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Asociación ilícita para delinquir, dicen ellos. Nosotros decimos autonomía, conflicto, acción directa. La definen “derrumbada”. Nosotros nos reímos pensando en su ilusión.
Que la operación sea el fruto de el enésimo montaje jurídico es una cosa obvia, y no tenemos ninguna gana de gastar palabras en eso.
Son compañeros con los cuales hemos compartido caminos de lucha, son amistades políticas que, mas allá de los clásicos confines geo-políticos, siempre nos hemos propuesto de cultivar. Lazos que han sido capaces de producir conflicto y que nos han permitido respirar aire nuevo en la Florencia pacificada.
“Operación en contra de los anarquistas”, dicen ellos. Nosotros decimos operación anti-insurrecciónal en contra de todo los que han decidido abandonar el fetichismo de las identidades para construir un perspectiva revolucionaria real del hoy en día.
En contra de quien, mas allá de las parroquias y de las liturgias, ha tenido el coraje de vivir con determinación los pequeños espacios de conflictos que en los últimos meses han echo grietas en el dispositivo metropolitano sin traerse consigo banderas ni dogmas, al revés confrontándose con humildad con un real de conocer y subvertir.
En contra de aquel movimiento real que desde los tiempos de la “Onda” (n.d.t. – la “Ola”, termino con lo cual se definió el movimiento estudiantil italiano de los años 2008-9, que se opuso a la ley “Gelmini”) ha empezado a emerger de las arenas movedizas del revindicacionismo estudiantil y de la protesta civil, y al mismo tiempo dando la cara a la cristalización de la propia identidad en unas de las “áreas militantes”.
Periódicos y TV podrán describirnos cuanto quieren como una secta anarquista aislada. Nosotros sabemos que allá afuera, en las escuelas, en las universidades, en los barrios, hay muchos compañeros que nos conocen y reconocen como compañeros. Hermanos con los cuales hemos compartido, materialmente y no, todo los episodios “delictivos” de los cuales nos inculpan: desde las ocupaciónes de escuelas y universidades, hasta los piquetes anti-desalojo y los bloqueos de los flujos metropolitanos, pasando por las marcha salvajes.
Somos ciertos que estas amistades políticas se demostraran mas fuertes de cualquier operación policial.
La huelga irreversible avanza, hace cada día mas grietas, preocupa el “Partido del Orden” (n.d.t. – es una manera de decir, todavía) desde el ministerio del interior hasta el funcionario local de la DIGOS (n.d.t. – policía política italiana).
Una mobilitacion estudiantil mas picante de la sólita, una Piazza del Popolo en revuelta (se refiere a los disturbios del 14 diciembre en el centro de Roma), un conjunto de pequeñas acciones “huelgantes” y de nuevos lazos. La necesidad de expandir y organizar esto movimiento real que en Florencia, como en otras ciudades, ha empezado ya en el hacerse programa. Difícil, ambicioso, peligroso, cierto.
con la frente en alto para el conflicto social
para la autonomía difundida
