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Panagiotis Masouras regresó al juicio hoy, después de ser puesto en libertad hace unos días, habiendo estado 18 meses sin haber sido sentenciado (la ley griega establece que si se está en prisión preventiva durante 18 meses sin haber sido sentenciado, deber ser puesto en libertad).
Aunque el compañero hasta el momento se ha abstenido del procedimiento, se presentó hoy en el tribunal y se sentó en el banco de los acusados. Pero no aclaró si va a participar en el procedimiento, ni si se trata de que él esté “aquí” en el sentido jurídico.
Su abogado no apareció, pero Panagiotis dijo que él sigue con su abogado pero que éste simplemente no podría venir hoy. El juicio continuó con los testimonios de los testigos de la defensa. En primer lugar, los propietarios de los apartamentos que G. Nikolopoulos alquiló en Exarxia desde septiembre de 2007 a enero de 2009. Los propietarios hablaron de un inquilino perfecto que completó todas sus responsabilidades.
Después de esto, declaró la madre de M. Giospas quien es también la tía de H. Hadjimihelakis. Ella vive en el primer piso, arriba de la casa que más tarde se llamó una “casa segura”. Describiendo a las personas que visitaban la casa de sus sobrinos, habló de las personas que se reunían para ver películas, jugar videojuegos y tener conversaciones sin tomar medidas de precaución, con las ventanas siempre abiertas y todo “a la intemperie”, como ella dijo. Ella mencionó que entró a la casa de sus sobrinos muchas veces y que nunca vio objetos sospechosos.
Por último, describiendo el día que los policías de la fuerza anti-terrorista allanaron su casa y la de debajo de ella, afirmó que fue la peor experiencia de su vida.
“Hombres con máscaras y armas de fuego me obligaron a permanecer bajo”arresto domiciliario” durante tres días, mientras registraban las dos casas. Ellos no me permitieron entrar en contacto con nadie de afuera, ni comunicarme con mi hijo a quien lo arrestaron sin un abogado”.
El teatro continúa el próximo jueves.