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Transportada por trabajadores migrantes, crotos, linyeras y vagabundos que herraban por una extensa geografía, fue convirtiéndose en un llamado a la insurrección gaucha, rescataba el verdadero espíritu del primer Martín Fierro, el espíritu del gaucho rebelde e indómito.
Al no contar con el texto en formato virtual debió ser rescrita copiándola del papel, se usó la edición que hicieron los compañeros de la ciudad de Mar del Plata en 1960, edición que creemos, fue la última. Contaba además con prologo y estudio introductorio de Pascual Vuotto y Luís Franco, además del también interesante escrito: La descendencia del Viejo Vizcacha.
Los compañeros de más edad verán con agrado la reedición de la Carta Gaucha, y los compañeros más jóvenes la verán, suponemos, con curiosidad y sabrán valorarla.
Sea este humilde trabajo, un homenaje a todos los trabajadores que regaron con el sudor de su frente, nuestra tierras y todas las tierras del mundo.