Nihilizando estas mismas palabras incipientes y sometiendo al absurdo y la contradicción (nuestro irracional constitutivo) todo lo que estas líneas desdigan, tal vez logremos encontrar al final de las mismas algún poso valioso, alguna pulsión, alguna voluntad individual y colectiva. Esto es fundamentalmente lo que parece sugerir el trasfondo nihilista: valor, pulsión, voluntad individualizados para lo colectivo o colectivizados para el individuo.