>HERMANO HUINIGUIR NO SILENCIAMOS TU LUCHA EN LAS MAZMORRAS

Hoy 10 de Junio durante la mañana nuestro compañero Esteban Huiniguir fue agredido verbal y físicamente por gendarmería en la Cárcel de Alta Seguridad. Esto se produjo debido a que el hostigamiento por parte del gendarme Olivares a nuestro compañero ha sido constante en estas ultimas semanas, llegando hoy a su punto máximo en donde cansado de las provocaciones de parte de dicho gendarme, Esteban se defiende propinándole un golpe de puño, lo que llevo a que gendarmería y todo su aparataje represor recayera sobre él, esto significó una primera golpiza con el fin de reducirlo, tras esto y tomando venganza de haber tocado a un perro guardián, se le encierra en la guardia interna y esposado se le comienza a golpear con palos, golpes de pies entre 5 gendarmes, además de gritarle que era un cobarde, no conforme con esto se le tira gas lacrimógeno al rostro y se presiona a que firme unos papeles “supuestamente sus derechos”.

Esta “valiente” acción de los carceleros es totalmente avalada por los superiores de los mismos, puesto que también participa de la golpiza un teniente y un mayor. Tras esto se le deja en celda de aislamiento, y al momento de constatar lesiones el paramédico que lo asiste solo visualmente determina que no tiene mayores problemas por tanto esta apto para cumplir el castigo. Las condiciones que el “profesional” estimo como optimas para cumplir el castigo son: un derrame en el ojo izquierdo, un corte sobre su ojo derecho, golpes de palos propinando por gendarme en la espalda y una pierna, las esposas marcadas en las muñecas, y la cabeza con golpes de palo.

Fuentes cercanas argumentaron que al momento de increpar a la autoridad de dicho penal, se consideraba este tipo “procedimiento” como normales; ejemplificando esta “normalidad” con lo ocurrido en Villarrica. Tras esto, se ha buscado llevar a cabo las acciones legales que permitan realizar una real constatación de lesiones, ver su gravedad, evitar que se le mantenga en la celda de castigo, y además hacer una denuncia formal de las constantes vejaciones, humillaciones y torturas , que se realizan dentro de las unidades penales. Si bien las acciones judiciales no evitaran que se vuelvan a repetir estas situaciones, lo importante es la generación de redes de apoyo y solidaridad que permitan denunciar el actuar represivo de los carceleros y que ellos sepan que los presos no están solos, y que cada vez que levanten un palo, habrá un amigo, familiar o compañero que no dejará que ese actuar se vuelva cotidiano, y quede en el silencio de la falsa justicia que nos imponen.