El 7 de septiembre del 2013, Yaritza Grandón y Ariadna Torres aceptaron un proceso abreviado por tenencia de material explosivo en la colocación de bombas contra un cuartel de Fuerzas Especiales y la Dirección regional de Gendarmería.
En un principio la condena fue de 541 días de pena remitida, pero la Fiscalia decidió recurrir a la Corte de Apelaciones exigiendo una pena mayor.
Finalmente el 15 de Octubre la corte amplio la condena a 3 años de “libertad vigilada”, la intención del miserable de turno-Fiscal Omar Mérida- es que si son detenidas en una segunda instancia por situaciones similares entonces tendrán que cumplir la primera condena y no podrán optar a beneficio alguno para la segunda.
El fiscal Omar Mérida, señalo: “El que se haya reconocido expresamente en este caso la participación (de dos imputados) termina con el largo historial de excusas fundadas en la teoría del Montaje”
La prensa sigue celebrando este caso como un hito en las condenas por atentados explosivos, ya que serian las únicas que han reconocido esto ante la justicia buscando una rebaja de pena.
Recordemos que la compañera Roxana, negó aceptar un juicio abreviado y finalmente fue sobreseída por la fiscalía.