El/la héroe de la vida va hacia la muerte acompañado de la marcha trágicamente triunfal de la dinamita y con la cabeza rodeada de flores. Sí, cualquiera que ha deseado y ha podido vivir como rebelde y héroe quiere la libertad de arder en un fuego bello, prendido por el mas grande de los pecados, para que el preludio a la muerte sea nada mas que un poema dulce y melancólico…
Renzo Novatore, en El ciclo de la vida- escrito en memoria de su amigo Bruno Filippi que murió transportando un artefacto explosivo.
Desde estas tierras de México, recordamos al compañero Mauricio Morales, que vivió veintisiete años de lucha y de Anarquía. Vivió de verdad, porque vivió libre; fuera de los limites y las normas impuestas, burlándose del mal chiste de la sociedad que construyen, escupiendo a las prisiones, a sus rejas y sus leyes arrogantes. Vivió mas que cualquier que vive cien años dominado, enjaulado de mente y cuerpo, mas que cualquier que pasa la vida obedeciendo.
La vida no sirve de nada si unx no vive libre, si solo respira, si solo esta para trabajar y gastar. La vida no lo es si no la vives luchando, contra la dominación, si unx no acelera voluntariamente el ritmo en el que su corazón bombea sangre a todo su cuerpo, a sus ideas. La vida no lo es si unx vive con el puñal de la liberación guardado en el cajón de la comodidad. Hay que sacarlo, usarlo, clavarlo una y mil veces en el estomago del poder, mirándolo a los ojos, frente a frente, hasta devorar su ultimo suspiro.
Un guerrero que vive libre, que vive la Anarquía día a día y que da todo por la lucha no se olvida. No se puede olvidar. No lo olvidaremos.
Muerte a la sociedad carcelaria y sus carcelerxs!
Con la memoria como arma,
C.A.