En un mundo que se parece cada día más a aquella distopía orwelliana, donde la intimidad no existe y maderos, cámaras de videovigilancia y servidores de red almacenan y vigilan nuestros pasos y datos en la red y en la calle, cubrirnos las espaldas es cada día más importante. Crear, mantener y actualizar una cultura de la seguridad y el anonimato es tarea de todxs. La mayoría de espacios web que la sociedad utiliza diariamente con total normalidad y frecuencia forman parte de un entramado corporativo orientado al control y etiquetado de las usuarias. En esta sociedad la información es poder, y por lo tanto una mercancía muy valiosa sujeta a una lógica de mercado. Entidades fantasma almacenan y venden nuestros datos personales, nuestros gustos, nuestros miedos y los de las personas con las que nos relacionamos, para crear más campañas de márqueting, y aprender a manipular nuestros deseos con más sutileza y eficacia. Es triste, pero hay computadoras que saben más de nosotrxs que muchxs de nuestrxs colegas. Además, brigadas policiales especializadas meten su hocico porcino (con perdón a lxs cerdxs, animales adorables que no merecen ser comparadxs con maderos) en nuestros correos electrónicos, en nuestros perfiles de redes sociales y en nuestras conversaciones de chat; Direcciones IP actúan como un geolocalizador delatándonos… Y nosotrxs nos convertimos en cifras atrapadas en la red.
Si utilizamos la tecnología para nuestros objetivos, para poder comunicarnos y difundir con rapidez contenidos e información sobre la lucha y revueltas que se desarrollan en todo el planeta contra este sistema podrido, entonces debemos aprender a usarla.
Si tomamos medidas para seguir siendo invisibles en nuestros ataques a sus estructuras, tapando nuestro rostro y no actuando con nadie que no esté entre un círculo exclusivo de personas afines y de confianza, tampoco podemos dejar migajas de pan que lleven a los maderos hasta nosotrxs cuando usamos Internet. Aprendamos a autodefendernos de sus intrusiones, tomemos Enoch una vez más y cortocircuitemos la máquina volviéndonos silenciosos, fieros y eficaces en lo físico y en lo virtual.
“Durante el proceso de elaboración de esta guía, la noticia de la muerte de un compañero y amigo sacudió los corazones de todas las personas que tuvieron el privilegio de haberle conocido. Su nombre era URI CABALLERO. Así que este libro está dedicado a su memoria. Y aun sabiendo que ni con mil libros más podríamos honrarle como se merece, esta es nuestra manera de negarnos a despedirnos ya que siempre estará con nosotrxs… Llarga Vida Uri, Mai t’oblidarem!!”
PD: El libro se podrá adquirir en papel en breve, ya que se está editando gracias al trabajo de la Librería Libertaria «Còpia i Difón» de Barcelona. Para encargos os podéis dirigir a lxs compañerxs de www.resistenciavegana.es. Los beneficios del Manual de Seguridad informática irán dirigidos a contribuir con proyectos de seguridad informática, de colectivos como riseup.