Han visitado varias casas de la Universidad del Estado de Evergreen buscando a diversas personas. A veces han dado nombres, otras veces solo han pretendido que se supiese de su presencia y se han marchado. No está claro que quieran entregar citaciones.
¿Qué debemos hacer en un caso así?
Sobre todo, que no cunda el pánico. Respira hondo, da una vuelta, haz lo que necesites para mantener la calma y no perder el horizonte.
Si van a tu casa, no abras la puerta. Pregunta a los federales a quién están buscando y diles que no tienes nada que hablar con ellos. Haz que la gente sepa que el FBI te ha hecho una visita. Si te dan el nombre de alguien, asegúrate de avisar a esa persona.
Planea algo. ¿Qué harías si te citasen? ¿Resistirías negándote a declarar? ¿Estás preparado para ir a la cárcel?
Si no estás preparado para entrar en prisión, SÉ HONESTO SOBRE EL TEMA.
Una lección que hemos aprendido de situaciones desastrosas anteriores es esta: aquellos que no se sientan capaces de soportar una posible larga condena de cárcel, incluyendo segregación y aislamiento, deberían encontrar otras opciones.
Si te sientes débil, entonces haz algo que te haga sentir fuerte. Olvídate de las presiones para asistir a cualquier sitio: no le debes nada a los media, no le debes nada a “la causa.” Lo que hagas, has de hacerlo por tí mismo y por aquellos a los que quieres. Llega a tí mismo, Obtén ayuda de tu gente cercana. Encuentra tu fuerza. Tan importante como la fuerza es la flexibilidad. Encuéntrala también. Descansa cuando lo necesites, para no romperte.
Si la cárcel es para tí un anatema, entonces evítala. Huir no es fácil, pero deberías considerarla. Hay varias personas que se han fugado: Kerry y S. han anunciado públicamente su intención de no cooperar desde la clandestinidad, y otros se han marchado en silencio. Habla con tus amigos más cercanos sobre cómo podríais afrontar esa situación. Prepara un plan. Y necesitarás dinero.
Mantente a salvo. Manteneos leales los unos a los otros. Y permaneced, como siempre, en conflicto
