Se nos dice y repite que estamos ante una crisis institucional. Amplios sectores de la sociedad, ahora indignados, salen a las calles para decir que las cosas andan mal y pedir su parte del chorreo del progreso. Se sienten excluídos, marginados de los beneficios de la democracia y “sin voz”. Dejan ver que el sistema no es malo, lo que sucede es que hay sectores que no disfrutan de su bienestar, por lo que es necesario un cambio: hay que mejorar la democracia, se necesita igualdad de oportunidades y acceso a bienes, progreso para todos y ascenso social.
Los actores sociales reformistas y ampliamente aprobados desfilan empuñando el derecho a manifestarse y los canales permitidos por la legalidad, incentivando la participación ciudadana y buscando por esos medios conseguir sus demandas estomacales: estudiar para estar más capacitados en el mercado laboral, conseguir así un mejor salario y con ello mayor acceso al consumo de mercancias. Desean salvar la naturaleza para construir en ella sus hoteles o bonos a la minería para bajar al puerto a comprar autos último modelo. Entre todo esto, los dirigentes con sus poses antes enérgicas y duras nos invitan a “tomar las riendas del país” y “construir el futuro” en las urnas, utilizando la manifestación como trampolín político y deseando lucrar electoralmente con el crédulo manifestante, para por fin mamar del Poder. Con esto conseguirán consolidar y legitimar el orden existente, maquillando las cosas sin significar ni el mas mínimo cambio, solo reforzando el sistema.
Sin afectar la realidad y encausando la protesta a través del legalismo más reformista, se vuelven un problema facilmente digerible para el Estado, el que absorbe la disidencia más blanda, acabando con el descontento y sacando buenos créditos. La autoridad echa mano y se defiende con sus estrategias ya probadas: hace propaganda para aparentar frescura, nuevos aires, dinamicidad y competencia. Así, ahora con la inscripción automática busca que la democracia se extienda a toda la población como recurso último para legitimarse: ya nadie puede quejarse de estar marginado, todos estan incluídos y tienen voz y voto. Se crea la ilusión de competitividad democrática, de muchas posibilidades y múltiples listas y candidatos. Nada más falso, el fondo sigue y seguirá siendo el mismo. La democracia, inculcada dogmáticamente como valor máximo, realiza sus campañas de ideologización, afianzando la idea de que los problemas no pueden ser resueltos ni las necesidades satisfechas sin la mediación del Estado y la autoridad que lo sostiene. El renovar a las autoridades vigentes se vuelve sinónimo absoluto de “ser libres” y la participación a través del voto, la máxima forma de supuestamente incidir en la realidad.
Esto es lo que la masa ciudadana quiere perfeccionar ¿Quieren más y mejor democracia? ¡Este es el mejor ejemplo de democracia! Esta organización social no vela por la defensa de los intereses de los más desvalídos, como rezan sus muletillas. La mercancia es su verdadera razón de ser. La democracia se trata de quién garantiza la expedita circulación de bienes y flujos de capital. Los que administran el Estado, estos o aquellos, son solo quienes resguardan el mercado, quiénes defienden el dinero ¿No se entiende aún? En democracia o dictadura es el mercado el que gobierna y domina todos los aspectos de la vida. La tan amada democracia es nada mas que la dictadura de la economia.
Por eso es que negamos cualquier forma de autoridad y estamos en contra de cualquier forma de gobierno, llámese proletario, popular, burgués, socialdemocrata, etc. sin importar lo que diga defender. Solo nosotrxs podemos hacernos cargo de nosotrxs mismxs, en base a la libre asociación entre individualidades afines, auto organizandonos horizontalmente, autogestionándonos solidaria y autónomamente. Ejemplos de esto a través de la historia hay varios, pero sin extendernos en el tiempo, nuestro propio actuar coordinado y la forma de organizarnos da cuenta de ello. Son estas prácticas las que nos han llevado a atacar:
– Con corte de calle y quema de Propaganda Electoral en Av. La Florida, paradero 23.
– Municipalidad de La Granja con bomba molotov.
– Sede de la UDI en Providencia con artefacto incendiario.
– Servicio Electoral de Santiago (artefacto fallido).
Aunque queremos aclarar que nuestro actuar no responde en lo absoluto al llamado de la ACES [Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios], sino que ha sido motivado autonomamente.
Con esto queremos motivar también a los sectores minoritaios y radicalizados a multiplicar los ataques y tambien los blancos a atacar. Esperamos que los “grupos aislados” que “empañan las justas demandas sociales” utilicen la violencia política y lleven a cabo sus propios ataques ilegalistas contra toda forma de autoridad.
En democracia o dictadura, siempre ingobernables!
Fuerza y solidaridad a los presos movilizados ya sean mapuche, de la CAS o en Puerto Montt!
Viva la anarquía!
Antiautoritarios Coordinados Informalmente