Editorial: Abrazando el Caos desde su idea primaria, cuando no era más que un proyecto, un embrión en manos de un puñado de compañerxs, se planteo ser una publicación de anarquistas para anarquistas, atendiendo a las diferentes expresiones anti-autoritarias, rebeldes, subversivas, liberacionistas, etc. Con el tiempo nos fuimos afianzando, equivocándonos, creciendo, encontrándonos, desencontrándonos y afianzándonos nuevamente. Objetivo que creemos estamos cumpliendo y por el cual pretendemos seguir, sigue siendo el objetivo primario. Somos de los que creemos que lxs anarquistas partimos de la negación, pero nos realizamos en la afirmación.
A nosotrxs no nos basta con rechazar tal o cual cuestión o abstenernos de la participación en alguna que otra situación que pueda contribuir a perpetuar al orden social, es en nuestro hacer, en nuestros proyectos en donde le vamos dando forma a una ofensiva en la que caben diversas expresiones, todas con el mismo fin: el de destruir toda forma de dominación mediante medios consecuentes con la libertad que deseamos experimentar, aquí y ahora. Es por ello que nuestras letras no pretenden ser análisis acabados ni posturas dogmáticas, sino aportes a una guerra que nosotrxs consideramos ya está en marcha, pretendemos que nuestras palabras escritas escapen a la simple lectura y aceptación o simpatía, y se confundan con la práctica, por ello hablamos desde nuestras realidades, sin mayores eufemismos, de manera sencilla y directa. Abrazando el Caos no es el ni el mejor, ni el peor aporte a esta lucha, es un aporte más de los muchos que realizamos quienes llevamos adelante esta publicación. Y es ahí donde reside su vital importancia. Hoy, en la región dominada por el Estado argentino, se viven tiempos apáticos , de pasividad en lo que se denomina cuerpo social, en la población en general, esto acompañado con un profundo avance represivo en materia tecnológica, y con perfeccionamiento de nuevas leyes prontas a aplicarse (como la ley antiterrorista, sobre la cual incluimos una nota en este número) La mayoría de las “luchas” que se desarrollan son por mejoras básicas y gran parte de ellas reformistas, y si bien nosotrxs participamos de un modo u otro en alguna de ellas, no es nuestra intención despertar a ningún nuevo sujeto revolucionario, ni radicalizar ningún conflicto social, que desde su inicio está condenado a morir en la más absoluta intrascendencia, no tanto por sus objetivos finales, sino mas bien por los medios con los que se desarrolla. Como anarquistas, no creemos en estar del lado de “cualquier explotadx u oprimidx”, no creemos que cualquier ladrón/a sea bueno/a, nosotrxs, no hemos nacido ni aun ahora habitamos en casas acomodadas de barrios lujosos, no hemos aprendido sobre esto en la universidad, y sabemos que dentro de esa amplia gama de singularidades (la gente con menos recursos económicos dentro de este sistema) existe un amplio espectro que va desde el nacionalismo mas repugnante, o la mentalidad conservadora fanática, a personas con potencial revolucionario, con valores antipoliciales, antipatriarcales, antisociales, y solidarixs con quienes se lo merecen. Es por ello que no nos consideramos de ninguna clase, a pesar de haber compartido barrios, trabajos, prisiones, con individuos de la clase social más baja, no lxs sentimos a todxs afines, del mismo modo que no sentimos afinidad por lxs argentinxs a pesar de haber nacido en este territorio. El hecho de que el capitalismo nos trate de imponer una clase, no tiene porque hacernos sentir parte de ella, deseamos la destrucción de las mismas, no el enaltecimiento de una sobre la otra. Es así que vemos un error gravísimo en la redición de viejos conceptos (por lo demás, casi siempre ajenos a lxs anarquistas), como la reivindicación del proletariado y el discurso del cambio social, la sociedad engañada y manipulada, y diversas consideraciones sobre la lucha las cuales estamos dispuestos a debatir, y refutar. A nosotrxs nos avala la práctica, no un libro añejo ni un concepto universitario…
Creemos que la lucha pasa por la consecuencia y la constancia, en lo personal y hacia lo colectivo, con cientos de ideas, iniciativas, intervenciones, algunas de las cuales desarrollamos en estas páginas y otras por otros medios. Hay que hacer que viva la anarquía, y eso no se logra sino con esfuerzo, con altibajos, con dolor y con sangre, pero tampoco se logra sin alegría, sin amor, sin complicidad… que no se confunda nadie, ni ahora ni nunca, nosotrxs no somos soldados, somos guerrerxs. Acá estamos, hablando desde nosotrxs, con la honestidad y con la convicción, también con la (auto) crítica y el constante crecimiento. Es por ello que apuntamos a individuxs rebeldes y no a las masas, ni al pueblo, ni al social en su conjunto, nuestro interés es despertar inquietudes, aprender, complementarnos con aquellxs indomables que en la era de la tecnocracia siguen haciéndole frente al sistema de dominio con los medios que consideran oportuno.
No queremos dejar de mencionar un hecho que en los últimos meses causo cierta repercusión en la confluencia anarquista local y también en espacios y personas supuestamente afines a la idea pero de prácticas erradas o directamente mal intencionadas. Se trata de la “recuperación” de la Federación Libertaria Argentina (FLA), por parte de compañerxs de diversos grupos, así como de individualidades que fueron a apoyar a título personal tal iniciativa, la cual obviamente acarreo que en el lugar dejasen de asistir aquellxs que nada tienen que ver con la idea (ni mucho menos la practica) anarquista, por mas buena intención que unx le ponga y por mas mentalidad abierta que unx trate de tener. Desde acá apoyamos a lxs compañerxs que con buena intención intentan retomar un espacio, y nada más. No compartimos nada con la FLA como organización, no compartimos lo poco que conocemos de su carta orgánica ni su modo de federalismo, y nos distancian de algunas personas hechos irreconciliables. Si, y lo repetimos, apoyamos activamente a ciertxs compañerxs que allí adentro se encuentran tratando de revitalizar un espacio, lxs apoyamos por consecuentes y luchadores honestxs, no por el fin en sí mismo…al menos en este caso. En todo caso, nada de nada compartimos con la mayoría de los grupos y personas echadas, y su práctica denunciante a través de diversos foros de internet nos parece de los más bajo y miserable. No se trata de elegir entre dos bandos, es que nosotrxs hace rato elegimos el nuestro.
Un saludo enorme y un abrazo cariñoso a lxs compañerxs que vuelan lejos de las garras del Estado y de sus cárceles, a lxs compañerxs prisionerxs de guerra, y a lxs que en la calle día tras día se lo juegan todo por lo que creen es urgente e innegociable.
Lxs dejamos, hermanxs y compañerxs de diversas partes del globo, con este nuevo número deAbrazando el Caos, les recordamos que nos pueden escribir sus críticas, aportes, sugerencias a:
Publicación abrazandoelcaos(at)riseup.net
El Grupo Editor