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Otra noche negra, una vez mas el destino azaroso nuevamente la sangre que corre es de unx de lxs nuestrxs.
La noticia nos golpea con la fuerza de un cañon, Luciano es expuesto en todos los medios burgueses y se extiende la noticia: Un anarquista explota en un fallido atentado, un delincuente gritan unos, un combatiente otros, para algunos es un hermanx guerrerx, pero también es hijo, hermano, padre y compañero. Luciano, “tortuga” le llaman sus queridos, es un nuevo hermanx que sufre las consecuencias en vida de elegir el camino del constante enfrentamiento con esta realidad, es inevitable recordar lo sucedido hace 2 años, y preguntarse, sin mas animo que el de generar una reflexión critica consiente y respetuosa, ¿por que otra vez?. La rabia de estos momentos nos aprieta el corazón y nos hace revolver las entrañas, en nuestras voces se hace presente ese irrefrenable odio contra lo existente, sin embargo esto no debe bloquear nuestra capacidad de reflexionar y analizar lo sucedido.
En estos 2 años hemos sido parte de un proceso histórico de posicionamiento en y de la guerra social, donde se ha dado un análisis de los aciertos y errores en este duro camino, y donde algunxs han decidido, como Mauri y Luciano, dar un paso firme en la ofensiva, a la vez que nuestro accionar informal e individual ha sido estratégicamente efectivo, pero también ha convertido ciertas situaciones en un riesgo que a veces apunta mas allá de los objetivos, con esto no es la idea hacer creer que es un error lo de los ataques directos, sino que mas bien que ya hay que comenzar a hacer una análisis del como ampliar el espectro de estos ataques, analizar los objetivos estratégicos y materiales de estos, no puede ser que estos hermosos actos de libertad, goce revolucionario, de pasión liberadora sigan terminando con la sangre de lxs nuestrxs en las calles, sirviendo de material a buitres que dejan mas que claro su posicionamiento junto al poder.
Luciano, tortuga, hermanitx queridx, tu sangre es nuestra sangre, tu dolor es el nuestro, y son estos momentos los que ponen a prueba nuestra solidaridad, ahora es cuando debemos posicionarnos junto a ti, cerrar filas se dijo por ahí, pero no sin dejar de lado nuestra capacidad critica y nuestra lucidez en el análisis de cada uno de nuestros pasos, como se dijo por ahí, a hasta ahora hemos dado cuenta de la precariedad de nuestros medios y nos ha costado caro, y si bien de estas duras circunstancias debemos salir fortalecidxs, tampoco podemos pecar en la soberbia, pues muchas veces se hace fácil poner mil gritos en el cielo, cuando la sangre la están poniendo otrxs, cada cual sabe y decide que rol quiere jugar en esta guerra.
Es por esto que ahora no queda mas que llamar a la solidaridad con Luciano, a no dejarlo solo en estas duras circunstancias, y también ha comenzar a retomar un dialogo critico y serio respecto a nuestro posicionamiento en la guerra social, mas que nada desde el punto de vista estratégico.
Salud y anarquia.