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Por lo pronto, ambos, Felipe y Carlos, tendrán que enfrentar, junto al resto de compañerxs secuestradxs hace casi seis meses, el juicio del «caso bombas» estimado para el 14 ó 17 de febrero (fecha que aún es incierta). Cabe decir, que el ente persecutor ya ha anunciado el aplazamiento del juicio, con el fin de ampliar la investigación y mantener al menos tres meses más la prisión preventiva.
Además, en otra audiencia llevada a cabo el mismo 3 de febrero, fue acogida la demanda por parte de la jueza representante del 8vo juzgado, quien determinó levantar el secreto que mantenía la fiscalía sobre varias carpetas y partes de carpetas investigativas, luego de que la defensa exigiera tener acceso a aquellas que hasta ahora se les han ocultado, con el fin de preparar una mejor defensa el día del juicio, aunque persiste el resguardo a las identidades de los testigos «protegidos». A trascendido en diversos medios que el día martes será entragada la totalidad de las partes ocultas por parte de la fiscalía a la defensa.
Las pruebas en contra de lxs compañerxs no son más que telarañas tejidas bajo la lógica del poder, en donde todo acto de oposición a él será criminalizado. Cada palabra y cada acto de lxs compañerxs ha sido transformado en evidencia, cada lazo de amistad ha sido ilegalizado, han fragmentado sus vidas, generando contextos para hacerlos parte de esta asociación ilícita terrorista que los guardianes de este orden pretenden hacernos tragar. Los gestos de solidaridad y la defensa de la memoria de compañerxs que han muerto, son algunas de las pruebas que han llevado a la cárcel a nuestrxs compañerxs y hermanxs, como si cada paso que demos hacia nuestra libertad y las de lxs nuestrxs significara una condena que debieramos cumplir. «Ten miedo, no hagas memoria, no te organices, cállate y guarda silencio» es el ejemplo que quiere bociferar este juicio, tratando de desterrar así todo posible enfrentamiento. Fuera de toda resignación y nunca desde la inactividad, nos seguimos preguntando, compañerxs: han pasado seis meses del secuestro de lxs compañerxs… ¿y qué chucha hemos hecho?. Esperamos sepan comprender el tono de esta pregunta pues se nos hacen pequeños los numerosos gestos de solidaridad que han habido frente a la gran urgencia que es la «libertad» inmediata de lxs compañerxs. Una idea resuena en nuestras cabezas: debemos dejar los pies en la calle… estamos todxs invitadxs a hacerlo.