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Este lunes 7 de febrero se realizo la audiencia definitiva de revisión de la prisión preventiva de los compañeros Felipe Guerra y Carlos Riveros en el 8° juzgado de garantía.
El juez tras escuchar al abodado defensor de los compas, luego a fiscales y querellantes (oportunidad en que si hablo la representante de la Iglesia de Vitacura) decidió continuar con la prisión preventiva de Felipe por considerar que aun tenian validez las absurdas pruebas que fueron usadas en agosto de 2010. Pruebas como la de un video grabado desde una bicicleta fuera de la escuela de gendarmería meses despues de la muerte del compañero Mauricio Morales con el objetivo que captar rayados solidarios y ante lo que la fiscalia insiste en que este video fue grabado antes de mayo de 2009 con el objetivo de preparar el ataque. En el caso de Carlos, el juez decidio dejarlo en libertad con firma semanal en una comisaría y con arraigo nacional, acogiendo lo dicho por el abogado defensor en cuanto a que la única prueba relevante en su contra configura apenas el delito de colaboración o financiamiento (artículo 8 de la Ley antiterrorista) que tiene condenas bajas y que estarían prácticamente cumplidas con los casi 6 meses de prisión preventiva. Dentro de las pruebas también se leyeron declaraciones de sujetxs anónimxs que implicaban a los compañeros en hechos que se les inculpa, y donde un vecino del CSO Sacco y Zanzetti (asi denominaron al chivato) comentaba lo que (en su mente atrofiada) veia y escuchaba, dejando en evidencia y sin dudas que Rodrigo Vega Morales, ex vecino de la Sacco y Zanzetti, es otro de los colaboradores de la fiscalia.
A la salida de la sala del tribunal compañerxs gritaron palabras de apoyo para Felipe, quien respondio con sus puños en alto. También se lanzaron insultos contra el juez y donde se produjeron momentos de tensión cuando gendarmes comenzaron a desalojar el lugar a empujones. Lugar donde periodistas de Canal 13 también fueron increpados.
Ya en la calle la «abogada» de la Iglesia fue sacada con escolta, mientras recibía gritos.
Producto de los insultos dirigidos al juez Fernando Valderrama, motivó a que los fiscales Pablo Sabaj y Francisco Rojas informaran de lo ocurrido a su superior, Alejandro Peña, quien tras contactarse con el juez decidió abrir una investigación en contra de lxs responsables por el delito de desacato.
Fuerza a lxs compañerxs que continuan tras las rejas!
Solidaridad con lxs compañerxs secuestradxs por el «caso bombas»!
Presxs a la Calle!
Solidaridad con lxs compañerxs secuestradxs por el «caso bombas»!
Presxs a la Calle!