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Cumplidos ¿83? años de que el Estado se llevara las vidas de Sacco y Vanzetti, el poder no ha cesado de combatir a quienes critican y se mantienen disconformes con el orden impuesto.
Hoy los allanamientos masivos, el show de seguridad increíble y el despliegue de prensa buscan neutralizar al nuevo «enemigo interno» que el poder ha puesto en la mira (esta vez incluyó a un pequeño compañerito de 1 año, que ya a su corta edad conoce el peso de la histeria antiterrorista, aún cuando los hábiles periodistas editaran las imágenes del pequeño custodiado por los equipos de reacción táctica).
La ilegalización de relaciones de amistad se suma a la vaciedad de pruebas y acusaciones en una jugada absurda que nos involucra en una irrisoria asociación ilícita terrorista, donde muchos de nosotros nos venimos a conocer una vez sentados en el banquillo de los acusados por la nueva inquisición democrática.
Tras más de 18 horas de una maratónica formalización observamos la fantástica rehabilitación de un «desequilibrado cuasi-femicida» a «testigo clave», o la transmutación de bibliotecas y okupaciones a «centros de poder», en una obra de teatro que sería para reir sino fuese por nuestra forzosa presencia en las cárceles de la democracia.
Se busca sembrar el terror justificado y fundado a quienes no están de acuerdo con el actual orden, amenazando con ser detenidos e involucrados en una de las asociaciones ilícitas terroristas más extrañas de la actual jurisprudencia, cuyo supuesto y ambiguo «plan criminal» se ha extendido por siglos de rebeldes contra las distintas formas que ha adoptado la opresión a lo largo de la historia. El objetivo es uno: penalizar y encarcelar.
Hoy la cárcel y el peso de la ley me retienen en el encierro, pero aunque la celda esté cerrada con candados, mi espíritu sigue libre e indómito.
Salud y ánimo a todos los compas afuera en la calle, fuerza y solidaridad con mis coimputados en prisión y en la calle, como también con el resto de los presos políticos en Santiago y los peñis en el Sur.
Un abrazo lleno de energía a quienes vuelan por cielos desconocidos a pesar de que hoy el poder nos separe.
¡Fin a la ley antiterrorista, reagrupación de los PP! ¡Todos los presos a la calle!
Felipe Guerra – Preso Político Antiautoritario.
Fines de agosto