SANTIAGO, CHILE: Escrito de Daniela, pareja del compañero Hans Niemeyer ante la ratificacion de la condena de 5 años y 300 días.

EXTRAÍDO DE EL REFRACTARIO

Amigos y amigas

Los últimos días han sido duros, de profundas reflexiones, espesas lágrimas. Hemos sido testigos como familia del ensañamiento en el tratamiento del proceso legal de Hans, y estamos profundamente conmovidos por el ferocidad y la desproporción del castigo que sobre nosotros ha caído, digo nosotros porque cuando el Derecho se transforma en la herramienta del tramoyista los castigados somos quienes llenamos la butacas del  circo que nos ofrecen y no quienes realmente debiesen ser los escarmentados.

El senador Larraín pide “misericordia” para su hijo, quien le quitó la vida a un transeúnte en la región del Maule, y sostiene que su  condición parlamentaria no ejerce ninguna presión política sobre la justicia, más tarde la Fiscalía asegura que es difícil certificar que el hijo del Senador estuviese en estado de ebriedad dado que el examen se le practicaría con tardanza. El Señor Larraín afirma que su hijo tiene que seguir con su vida , tiene que volver a empezar a pesar de la pena. Concuerdo en que un padre siempre debe defender a sus hijos por el amor inmenso e inigualable que existe en este vinculo, no podría desacreditar sus palabras en absoluto, sin embargo existe desde ya una tribuna desde la cual él puede hablar y contarnos su dolor, su padecimiento, tribuna con la que -por lo demás- nosotros no contamos desde nuestra condición de normales civiles y que hubiésemos utilizado por ejemplo para contar que Hans ha trabajado gran parte de su vida con niños en riesgo social, y por tanto en las comunas más pobres de Santiago, posiblemente con un sueldo que no supera un octavo de quienes se jactan con tanto fulgor de tenerlo privado de libertad, que sabe más que muchos otros que se llenan la boca de los efectos lapidarios que ejerce la desigualdad en este país, que ha sido testigo de los llantos amargos de las madres que en las poblaciones han perdido esposos, hijos, nietos, familias devastadas  por las drogas, gente que ha perdido su casa producto de la “falta de oportunidades”, gente que se ha quedado en la calle, gente que lo ha perdido todo, en definitivas cuentas gente que no vive donde viven  los jueces ni los fiscales, que es la misma gente con la que llenan los noticiarios los canales de televisión, la misma gente con que llenan los discursos la clase política para lograr sus votos, y que finalmente es la misma gente que prolifera en las cárceles y no por quebrarle las ventanas a un Banco. Y porque no decirlo también, que es un excelente padre y que ama a su hijo por sobre todas las cosas, y seguramente mejor padre y esposo que muchos de los que hoy lo señalan con su inmundo dedo. El Fiscal Concha quien comparece en la Corte Suprema y de Apelaciones conoce bien y tan profundamente la palabra fracaso que lleva marcada a fuego en  su conciencia su desazón, y es por esto que no pierde oportunidad de alardear con sus escasos y toscos  triunfos. Respecto al rechazo de la nulidad señala a la prensa “la valoramos como una circunstancia en que los tribunales han incorporado en sus sentencias y de alguna manera es acorde al peligro que implican estas conductas”.  La grandeza de los malogrados siempre es motivo de sonrojo de quienes se ciñen a la justicia y a los valores de los Hombres, el peligro al que se refiere el Fiscal Concha es el quiebre de tres ventanales de una sucursal bancaria inoperante. La condena otorgada a Hans es el logro de la Fiscalía Sur, un logro alfeñique: una condena efectiva para alguien que no la ameritaba, y que en realidad no se la merecía como sí otros que se han coludido para aprovecharse de los más vulnerables por ejemplo, pero esa JUSTICIA EXCELSA no es potestad  de este país lo sé porque es cosa de mirar su historia con jueces pidiendo perdón,  el caso de Hans no lo suelta el estiércol de la Fiscalía Sur, porque como es propio del trabajo chocarrero es en la fullería donde deben escudriñar los insignificantes para encontrar su corona de laureles.

Fuerza Hans!!

 Daniela Paz Rodriguez Salas.