CHILLÁN, CHILE: LAS RAMAS DE UN MISMO ÁRBOL, Y NUESTRA INAGOTABLE LUCHA.

COLABORACIÓN DEL PERIÓDICO EL AMANECER

“Aquel que desea pero no obra, engendra la peste.”
William Blake (1757-1827)

Estos párrafos parten de nuestra propia visión en los tiempos en los que nos desenvolvemos. En lo que va del tiempo en que nos mantenemos insertados en el movimiento antiautoritario, hemos visto como éste es muy versátil y adquiere muchas peculiaridades. Peculiaridades en las que se pueden encontrar a quienes se han conformado con esperar a que el día de la revolución aparezca; mientras otros tantos se llenan la boca con palabras que hablen de ella (las luchas surgen creyendo y peleando por cosas claras y palpables en un corto o mediano plazo; los tiempos cambian y no estamos en 36’). Otros dicen y muestran su posición de resistencia, pero no va más allá que un estancamiento propio donde sólo se escuchan una y otra vez las mismas críticas y quejas sobre este sistema sin hacer nada por sus propias vidas y plantear alternativas que subviertan este orden, su propia realidad, dejando esa apatía. No podemos dejar de lado a los que andan en su grupo/banda musical de quienes tocan y cantan cosas que no han vivido o por lo general no buscan ni intentan vivirlo (formando parte de los que reducen la diversión y la lucha a un simple día de concierto y jornada de embriagamiento). Miramos a nuestro costado en una marcha y encontramos a quienes llamaremos la imagen pública, los que al igual que cualquier otro sucio burgués buscarán blanquear su imagen y armar una especie de partido político en base al: ¿“poder del pueblo”? (no es que acaso rechazamos el poder no importe de donde éste se origine). Y tampoco nos olvidamos de los “bomberos de la revuelta”, que justificando que ahora no es el momento de pasar a la acción, de confrontar ni aumentar los ataques al poder, llegan contagiar su pasividad al demás. Entonces, si ahora no es el momento, ¿cuándo es el momento?, ¿qué más tenemos que esperar? Si nosotros a igual que ellos, no fuéramos oprimidos, como si no estuviéramos obligadas a vivir igualmente la miseria cotidiana, la dominación, la muerte, la explotación, el robo de nuestras vidas, son una constante.

No podemos andar esperando a que cambie sociedad para empezar a actuar, o tampoco ser una clase de “iluminados”, que cuya misión fuese evangelizar (concientizar) a las masas y esperar a que éstas hagan uso de su razón, para así, avanzar juntos hacia la tierra prometida. Creemos que, lo que nos diferencia a los de oprimidos que aman sus cadenas, es que luchamos, luchamos con los medios que nos sea posible para darles constantes golpes al enemigo y valernos de nuestra voluntad; y no esperar de ellos para empezar a actuar por el cambio de nuestras vidas, lo cierto es que: “el esperar sólo enseña a esperar”, y nosotros somos los que ya se cansaron de esperar el “gran día de revolución” y no estamos dispuestos a seguir aguantando más esta asquerosa situación sin hacer algo para acabar con ella.

Lo único que hay que procurar es hacer bien las cosas, aprender de las experiencias de otros compañeros y estar preparados para afrontar coherentemente las posibles consecuencias con las que el poder tratará de hacernos sucumbir a ellos.

Enviamos un fraterno abrazo a todos los compañeros que fueron capaces de enfrentarse sin miedo al enemigo y a los pacifistas, aunque ellos estén en la marcha no significa que ellos también sean compañeros, su método de lucha no viene a ser la nuestra. Que nuestro amor hacía la libertad no sean calmadas por pequeñas reformas de un gobierno de turno, que es la misma que mantiene a esta sociedad basada en autoridad y mercancía. ¡A canalizar el descontento y no dejar ni dejarnos arrastrar por el reformismo de muchos, hagamos lo propio, hagamos la guerra al poder en todas sus expresiones! Nada nos importará más que nuestras ansias de libertad.

El tema no es qué se hace o se deja de hacer, sino la actitud con que se hacen las cosas. Las actividades se hacen para enriquecer la lucha, tienen que estar en confrontación con el poder, y no ser una alternativa a éste.

Escrito por Difusión Antiautoritaria-Ediciones (región peruana).

Publicado en El Amanecer, nº13, Octubre 2012